El lugar marginal que ocupaban las cocinas dentro de los hogares está siendo sustituido por una estancia que se integra en los salones.
En la cocina recibimos invitados, les servimos una copa de vino mientras vigilamos los fogones y conversamos.
Todos estos cambios han obligado a rediseñar los electrodomésticos y muebles de almacenaje, pero también los paños de cocina, convertidos ahora en ropa que viste y complementa el entorno.
En Risart somos conscientes de esta tendencia y sabemos que su función de limpieza ha sido sustituida por el papel de cocina. El uso de los paños de cocina se aproxima más bien al de una toalla con la que nos secamos las manos, por lo que utilizamos en su elaboración rizo de algodón suave, esponjoso y absorbente.
Los empleamos también para secar con mimo ese cristal o vajilla más delicada que no entra en el lavavajillas, para lo que necesitamos tejidos de lino-algodón que no dejan pelusa. Y si lo que buscamos es que hagan ambas funciones, en Risart hemos creado paños con dos caras, una de rizo y otra de tejido plano. En todos los casos la reinvención del paño de cocina de Risart ha priorizado la composición, los colores y el diseño, sabiendo que en las cocinas del siglo XXI nada se esconde.