Nacido en los telares de lana de las tierras bajas de Escocia, el tejido de pata de gallo lleva triunfando en la moda desde el siglo XIX, cuando los aristócratas ingleses, encabezados por el Príncipe de Gales, lo adoptaron como sinónimo de elegancia masculina. Desde entonces este singular dibujo, que se consigue alternando bandas de cuatro hilos de color claro con cuatro hilos de color oscuro, ha formado parte de los vestidores más
distinguidos. La lista de celebrities que lo han llevado es larga, pero fue el Duque de Windsor, un auténtico influencer en su época, quien lo popularizó en los años 30.
Que saltara a los armarios femeninos era cuestión de tiempo. Coco Chanel primero y más tarde Christian Dior, le dieron carta de naturaleza en las pasarelas de alta costura, y lo que empezó como un motivo para trajes y abrigos saltó a vestidos, zapatos, sombreros, carteras y hasta bufandas.
Hoy, Risart da un paso más y propone su uso en la nueva colección de paños de cocina de pata de gallo, un clásico que se renueva cada temporada y siempre es tendencia.
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